En los últimos días, un caso de estafa ha captado la atención de las redes sociales en España y de los medios de comunicación. Valeria Castro, a través de la red social X, compartió la angustiosa experiencia de su suegra, a quien le robaron más de 30.000 euros. Este incidente no solo expone la habilidad de los estafadores, sino también una preocupante falta de protocolo de seguridad en las entidades bancarias.
Todo comenzó con un mensaje de WhatsApp que la víctima recibió de un número desconocido, supuestamente de su hijo. En el mensaje, el falso hijo alegaba tener problemas con su teléfono y solicitaba que usaran un nuevo número para comunicarse. La coincidencia de que el verdadero hijo había estado experimentando problemas con su móvil hizo que la suegra no cuestionara la autenticidad del mensaje.
Una vez que los estafadores ganaron la confianza de la víctima, comenzaron a solicitar dinero urgentemente, alegando problemas con el acceso a la aplicación bancaria. La suegra, preocupada por su hijo, intentó realizar una transferencia, pero al no saber usar la banca en línea, fue instruida por los estafadores para acudir a una oficina de Caixa Popular.
En la sucursal bancaria, un gestor asistió a la víctima sin seguir los protocolos de seguridad. Sin verificar la identidad de la suegra ni la legitimidad de las cuentas de destino, el empleado permitió cinco transferencias a nombre de una tal María José Fernández, distribuidas en diferentes bancos. El empleado incluso comenzó a sospechar después de la cuarta transferencia, pero continuó ejecutando las instrucciones de la víctima.
Finalmente, fue un familiar de la víctima quien intervino y descubrió el fraude, pero para entonces ya era demasiado tarde. Las transferencias eran inmediatas y no se podían recuperar. La familia de la víctima criticó duramente al banco por su falta de diligencia y supervisión en un caso tan evidente de fraude.
Este lamentable incidente subraya la importancia de contar con protocolos de seguridad efectivos en las entidades bancarias y de educar a los usuarios sobre los riesgos de estafas telefónicas y electrónicas.
Cómo un Fraude Pasó Frente a un Empleado Bancario: estafa de 35,000 EUR